martes, 24 de junio de 2008


Reseña de la película:

Las cartas del gordo (Colombia)
Director: Dago García en colaboración con Juan Carlos Vásquez
Año: 2004 País: Colombia
Protagonistas principales: John Mario rivera (Carlos Julio Ramírez “El gordo)
Enrique Mendoza (Alfredo Rangel “El flaco”)
Protagonistas secundarios: Diana Ángel (esposa de “El gordo”)
Bernardo García, Felipe Calero, David Osorio (amigos de
“El gordo”)
Productor general: Iván García




Esta película colombiana trata sobre las vueltas que nos puede dar la vida en cualquier situación; con un punto de reflexión, humor, tristeza y valor, Dago García, director de la película, nos presenta la historia de “El gordo” Carlos Julio Martínez, quien trabaja en una barbería, y “El flaco” Alfredo Rangel, jugador de fútbol. La película inicia con los momentos de amistad que tuvieron estos dos personajes de niños, pero al pasar el tiempo sus vidas toman distintos rumbos: El flaco se convirtió en jugador de fútbol profesional argentino, mientras que El gordo continúo viviendo en el barrio bogotano donde creció junto a sus amigos, y trabaja en una barbería.

Con un punto de humor y seriedad al mismo tiempo, continúan los hechos de la película: “El gordo” recuerda constantemente a su amigo, “El flaco”, y sintoniza todos los partidos de éste por televisión, además, mantiene un fuerte debate a lo largo de la película con tres de sus amigos que piensan que El flaco ya se olvidó del barrio y de su gente debido a la fama y el dinero que ha producido como futbolista.

El gordo, que se presenta como un personaje alegre y constante, no pierde la esperanza de que un día su amigo vuelva al barrio y recuerde todos los momentos pasados. Luego de una lesión que sufrió El flaco mientras jugaba un partido en Argentina, debe ser operado en Bogotá, situación que no es desaprovechada por Carlos Julio Martínez “El gordo”, para visitar a su amigo. Después de varios acontecimientos, Alfredo Rangel, “El flaco”, cae en la desesperación debido a la lesión que no le permitió jugar más al fútbol, y entra en el mundo de las drogas; pero su amigo, “El gordo”, ayuda a este a abandonar ese vicio y a iniciar una nueva vida. Después de pasar un tiempo viviendo en casa de Carlos, Alfredo vuelve al vicio de las drogas y es llevado a prisión por algunos delitos cometidos. “El gordo” viendo que la principal necesidad de Alfredo era tener una buena amistad, decide darle una segunda oportunidad a “El flaco” y ayuda a pagar la fianza para que éste salga de prisión. Finalmente, Alfredo y Carlos terminan trabajando juntos en la barbería, y ambos se sienten contentos de haber encontrado una verdadera amistad.

El rodaje de la película nos permite visualizar dos caras distintas de la vida: por un lado la fama, que muchas personas desearían tener y, por el otro, la humildad y el esfuerzo, que Dago García presenta en esta película como el camino a la verdadera felicidad. La calidad del rodaje presenta un estilo bastante ligero, y aunque los lugares se repiten constantemente (barbería, casa de Carlos), se logra distraer al televidente gracias a las distintas facetas de la película que reflejan varios sentimientos cruzados.

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