martes, 9 de diciembre de 2008

Elaboración de etanol a base de alimentos


Biocombustibles: ¿un atentado contra la alimentación mundial o una alternativa ecológica?
Los biocombustibles son, según el profesor de Ingeniería Ambiental Alexis Contreras, cualquier tipo de combustibles obtenidos a través de materia orgánica, utilizando principalmente alimentos como el maíz, las semillas de girasol, trigo, colza (1) y otros; estos se encuentran divididos en biodisel, el cual se fabrica a partir de aceites vegetales, y en bioetanol, fabricado a partir de los alimentos mencionados anteriormente. Para el año 2006, Estados Unidos produjo la mayor cantidad de bioetanol (36% de la producción mundial), seguido de Brasil (33%). Además, aseguró Contreras, “países como China, Alemania, India y Francia, también se han sumado a esta iniciativa desde el año 2006, agravando aun más lo que pudiera ser una inminente crisis alimentaria a nivel mundial”.

Las miles y miles de hectáreas que han sido utilizadas en los diferentes países que apoyan este proyecto para la siembra de alimentos, no con fines alimenticios para erradicar el hambre y la miseria, sino para crear nuevas formas de “combustibles verdes” que ayuden al equilibrio del planeta, da pie para preguntarnos: ¿puede provocar este tipo de proyectos una crisis alimenticia a nivel mundial?

Según Contreras, experto en materia de ingeniería ambiental, “los países que ejecutan este proyecto, principalmente Brasil y Estados Unidos, aseguran que la contaminación en el aire provocada por el CO2 (2), disminuirá significativamente al sustituir gasolina corriente por biocombustibles, ya que estos poseen muy bajo nivel de CO2 debido a la fotosíntesis previa que ya ha generado la planta”. Sin embargo, la mayoría de operaciones realizadas para la producción de biocombustibles, como el uso de maquinaria agrícola, la fertilización o el transporte de productos y materias primas, también generan emisiones de CO2, lo que generaría el mismo grado de contaminación en el ambiente.
Según un artículo publicado por Joel K. Bourne, en la revista National Geographic, el fuerte impacto ambiental que genera la producción de bioetanol también se genera por la masiva utilización de fertilizantes y agua necesario para los cultivos; el transporte de la biomasa, el procesado del combustible y la distribución del biocombustible hasta el consumidor. Varios tipos de fertilizantes tienden a degradar los suelos al acidificarlos. El consumo de agua para el cultivo supone disminuir los volúmenes de las reservas y los caudales de los cauces de agua dulce.
Jacques Diouf, director general del Programa Alimentario Mundial de las Naciones Unidas, asegura que al utilizarse suelo agrario para el cultivo directo de biocombustibles, se ha comenzado a producir un efecto de competencia entre la producción de comida y la de biocombustibles, dando como resultado un fuerte aumento en el precio de los alimentos a escala mundial.
La directora de comercio internacional y materias primas de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Lakshmi Puri, rechaza que estos cultivos puedan poner en peligro la producción alimentaría. “El biodiesel se cultiva en terrenos degradados, por lo que no compite con la producción de alimentos” declaró en rueda de prensa a mediados del mes de agosto del presente año.
La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, subrayó en su informe anual a finales del 2007, que el aumento mundial de la producción de biocombustibles amenaza el acceso a los productos alimenticios de las poblaciones pobres del Tercer Mundo. «A corto plazo, es muy probable que la expansión rápida de combustibles verdes, a nivel mundial, tenga efectos importantes en la agricultura de América Latina y en una probable crisis alimentaría», afirmó la FAO

Sin embargo, el presidente brasileño, Luis Inacio Lula da Silva, también rechaza la tesis de una crisis debido a los biocombustibles: «No me digan, por el amor de Dios, que la comida es cara a causa del biocombustible. La comida es cara porque el mundo no está preparado para ver comer a millones de chinos, indios, africanos, brasileños y latinoamericanos», afirmó. Lula aboga en favor de los biocombustibles pues Brasil es el segundo productor mundial detrás de Estados Unidos.

Finalmente, podemos citar algunas palabras pronunciadas por Jean Ziegler, relator especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, quien calificó la producción masiva de biocombustibles como un «crimen contra la humanidad» y advirtió de que el mundo se encamina «hacia un largo período de motines a causa de alimentos y agua».

(1) Colza: Especie de col, con las hojas de cuyas semillas se extrae aceite.
(2) CO2: Dióxido de carbono, gas incoloro, inodoro y con un ligero sabor ácido, cuya molécula consiste en un átomo de carbono unido a dos átomos de oxígeno

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